A diferencia del pasto natural, que requiere siegas regulares, riego, fertilización y tratamientos contra plagas, el pasto sintético necesita un mantenimiento mínimo. Un ocasional cepillado y limpieza son suficientes para mantenerlo en óptimas condiciones.
2. Ahorro de Agua:
Uno de los mayores beneficios es el significativo ahorro de agua. El pasto natural requiere un riego constante, especialmente en climas cálidos. Con el pasto sintético, puedes olvidarte de regar y, a la vez, contribuir a la conservación del agua.
3. Resistente a las condiciones Climáticas:
Ya sea bajo el sol abrasador, lluvias intensas o incluso nieve, el pasto sintético mantiene su color y estructura. No tendrás que preocuparte por zonas amarillentas o barro después de una lluvia.
4. Económico a largo Plazo:
Aunque la inversión inicial puede ser mayor que la del césped natural, los ahorros en agua, fertilizantes, pesticidas y tiempo de mantenimiento compensan rápidamente el costo inicial.
5. Seguridad y versatilidad:
El pasto sintético no es propenso a formar charcos ni zonas resbaladizas, lo que lo hace ideal para campos deportivos. Además, al no requerir pesticidas, es una opción segura para parques y patios donde juegan niños y mascotas.